Un muy pequeño poema

Haré algo inusual porque creo que le hace falta un toque de originalidad al blog, es hora de ponerse un poco rebelde, es tiempo de sacar mi lado "Wild On".


En fin, pondré un poema escrito por mí. ¿Cuán rebelde soy, verdad?

Abreviación

No es simple angustia,
No lo es, no.
El paréntesis que separa mi
realidad se torna obtuso, ilusorio.
Han vuelto desprolijos los recuerdos,
La ira, la monotonía de las imágenes y
La voz.

El gélido aliento que resopla
En mi oído,
Me persigue,
Soy testigo de un miedo infinito,
De la lenta extinción de
Una cordura trastornada.

Breve anhelo, efímero respirar,
He de partir y los senderos son
Rescoldos de la vida terrenal.
Mi mente es ajena, lo demás no.

A veces la veo, vaga e imperceptible,
Sé que se esfuma, que no nos queda
Tiempo.
Los segundos dejaron de existir, ahora
puedo decir que te he perdido,
Vida.

No es un sueño,
No lo es, no.
Todo camina, todo se mueve,
menos yo que retrocedo infalible.
Llegó la adversidad,
Se asoma entre cada pared, mientras
lo demás se torna borroso, oscuro,
Lúgubre.

Pecaminoso andar el que me espera
Al otro lado de mi ser,
Soy solo un cuerpo traslúcido,
Soy un ser aislado de pensamientos,
Una sonrisa inherte, he dejado de existir.

Las doce razones

Nunca supe explicar porqué decidí nombrar a mi blog como "las doce razones", la verdad lo consideraba algo mío, un secreto exiliado por el poder del inconsciente. Aún así, parece que debo disipar un poco las dudas que pudieran generarse.

Aunque no sea nada impresionante, el nombre de mi blog se debe a las principales razones que pueden transformar un día obscuro y tétrico en una mañana de color azul marino, no son geniales ni tampoco originalísimas, pero de verdad tienen ese efecto en mí.

Hoy estoy dispuesta a ennumerarlas una por una:

Razón # 1: Cuando veo caricaturas coloridas y alegronas las horas se me pasan volando y me olvido por completo de cualquier problema.

Razón # 2: El momento en el cual pasan una canción olvidada en la radio como: y a veces me parece un poco extraño, dar tanta explicación a los demás.

Razón # 3: Cuando me como un helado de Choco-Vaini-Menta-Fresa.

Razón # 4: Soy enteramente feliz en el instante en que me llama un amigo(a) y me cuenta un suceso divertido.

Razón # 5: Un rico café de la Máquina.

Razón # 6: Cuando leo un libro que me captura y me inspira.

Razón # 7: Porque existe San Isidro y El Golf

Razón # 8: Pensar en un futuro mejor donde siempre haya al menos un arcoiris

Razón # 9: Ver un arcoiris

Razón # 10: Leer un buen cuento de hadas o un relato fantástico

Razón # 11: Cuando pienso en alguien que me quiere

Razón # 12: La última razón que transforma un mal día se debe al hecho de tener un blog en donde escribir.

Las he puesto ahí, ahora están todas expuestas y ya no hay nada que aclarar ni que explicar, en fin, como lo dije antes no son tan geniales, pero igual son mías.

Magia y solo magia

Da rabia, ¿Verdad? El pesado de Harry Potter con su maldita varita mágica que todo lo puede y todo lo logra.

¿Por qué a él? Yo siempre quise ir a Hogwarts, yo siempre deseé una escoba voladora, aprender conjuros, a desaparecer y siempre quise que viniera Hagrid a recogerme de mi realidad de "muggle".

Pero nada pasó, fueron meses y años de espera donde miraba por la ventana y esperaba la lechuza con el sobre de mi admisión, pero nada, nada de nada.

La realidad era imposible de soportar cuando sabía que había un lugar para mí en esa academia, parte de mí sabía que solo eran sueños y la otra parte, que sigue creyendo en la magia, todavía me asegura que soy una criatura mágica.

Sí, estoy casi convenciada de que no soy una persona corriente por más que me gustaría serlo, soy alguna especie de espectro alucinante atrapada en el cuerpo de un humano, probablemente una pequeña hada que violó las normas de su mundo y la expulsaron para que no le hiciera daño a las demás.

O también una bruja cuya alma fue enviada a reencarnar en mi cuerpo para cumplir algún tipo de misión. Por el momento no lo sabré hasta que mis poderes se desarrollen, que sé que pasará.

Solo espero que mis poderes lleguen pronto porque los necesito más que nunca, hoy que siento mi suerte más desastrosa me encantaría poder pintar el mundo de rosado y ver la galaxia entera en mi habitación.

Siento que las asperezas ya no son tan simples de limar, y me gustaría facilitarme la vida de vez en mes, pero las fuerzas divinas no me lo permitirían, me van a matar encerrándome en la normalidad.

Algún día, volverán y sé que será como antes, como cuando volaba y me alegraba solo con pronunciar unas cuantas palabras.

Y es que muy poca gente sigue creyendo en la magia que hay dentro de ellas, aunque parezcan tan normalillos como la sociedad quiere, tienen poderes mis queridos y siempre los tendrán.

Un súper híper cliché

Cuando creé este blog me dije que no iba a escribir sobre romances, chicos, desilusiones ni nada por el estilo, pero no sé porqué me provoca hacerlo en la entrada de hoy.

Quise recopilar mis experiencias (que no son muchas ni muy variadas) para llegar a una conclusión final que aún no consigo y probablemente me cueste unos pares de años lograrlo.

En fin, creo que antes tenía expectativas más altas sobre lo que llamaríamos "El novio", pero ahora me conformo simplemente con que no tenga deudas con la sociedad ni esté casado.

Para todas las mujeres enamoradizas, ilusionadas hasta el tope de la conciencia y terriblemente apaballadas por el espíritu juvenil, es hora que les diga que no existe el tal "Príncipe azul", no hay en este planeta ni una señal del "Hombre perfecto", solo existe lo que los ojos y la mente confabulan en ustedes.

Créanme por favor, es por su propio bien, si un chico parece ser perfecto en cada pequeña célula de su ser, DESAHUÉVENSE por que no lo es, es un espejismo.

Si les viene con la cantaleta de ser inteligente, gracioso, sociable, amigo del planeta y para empeorar las cosas, guapo, están en un serio problema porque se van a enamorar sin darse cuenta alguna y van a terminar cayendo en un ciclo sin final.

Duden, siempre duden del "Príncipe azul" que se presenta tan irresistible y termina siendo otra de miles de desilusiones que van a tener en la vida, ya no sé qué hacer para no caer en esto otra y otra vez, porque yo también me he equivocado.

¿Por qué no mejor un chico con conductas medio estrafalarias y dudosas?

Creo que es importante introducir un libro que siempre me va a encantar por cómo rompe con el prospecto de perfección y muestra un lado más humano de cómo puede ser el romance entre dos personas comunes y corrientes sin mucha belleza ni muchos talentos.

"Jane Eyre" de Charlotte Bronte, cuenta la historia de una institutriz cuya suerte le había jugado malas pasadas en la vida hasta que llegó a Thornfield, la propiedad del pudiente señor Rochester quien pidió sus servicios para instruir a su protegida Adéle.

Ninguno de los era dotado de una increíble belleza, es más, ambos eran muy poco agraciados físicamente y el señor Rochester era imprudente y de carácter duro, ¿Cómo podrían enamorarse estos dos individuos? Pues así sucedió, empezaron a entablar amistad y sin darse cuenta cayeron redonditos.

No lo he terminado de leer, pero es muy interesante, léanlo crédulas enamoradizas, para que vean que no es necesario un súper hombre para "entregarle el corazón", solo alguien que las entienda de tal manera que no sea necesario un Cómo ni un Porqué.

Cuando sea grande...

"¡Mamá, mamá! Cuando sea grande quiero tener un edificio así."

¿Por qué cuando se es tan pequeño las cosas se presentan un poco más accesibles? Tal vez es porque nos la plantean de esa forma.

Hoy mientras caminaba por San Felipe, escuché a un niño de aproximadamente seis años que decía que quería tener un edificio para él solo, grande y con muchos colores, y yo solo puede reír.

La verdad, este suceso me hizo pensar en una anécdota de cuando yo era más pequeña.

Recuerdo estar muy enamorada de un chiquito de mi clase llamado Nicolás y parecía que él también, por eso en un cumpleaños suyo le pedí "permiso" a sus papás para casarme con él, y me lo dieron.

Pues sí, nos casamos y ninguno opuso resistencia, fue probablemente la ceremonia de matrimonio más significativa que tendré, aunque nunca dejamos nada completamente consolidado. No sé qué fue de este "matrimonio" mío porque nunca volví a ver a mi supuesto esposo dos años después, lo único que sé de él es que vive relativamente cerca de mi casa y que sus papás preguntaron por mí a una tía mía.

Yo creía que iba a durar para siempre, que cuando pasáramos la primaria íbamos a seguir juntos hasta la secundaria y viviríamos juntos, sinceramente qué iluso de mi parte.

Por eso los niños son criaturas demasiado enigmáticas, no se puede predecir su carácter ni su manera de ver el mundo. Yo he crecido algo, pero todavía me pregunto cómo será cuando sea grande.

Uno, dos y tres

Mientras más pensé en hacerlo, más resistencia opuse porque siempre aparece la angustia cuando menos la espero. Entonces, decidí no preocuparme, guardar la calma y respirar un poco, iba a ver otro mundo, una gama de posibilidades se extendía ante mí como si quisiera comprar mi decisión con sus colores y formas.

Abajo había un pequeño abismo y yo no quería caerme ahí, seguía sentada en la rama del árbol casi llorando debido a que todos los demás estaban en tierra firme mientras yo, resignada a la altura y al vértigo, me paralicé junto a un nido de pájaros.

Me acuerdo de cuatro petirrojos, y de uno grande que le enseñaba a los otros tres a volar. No querían, tenían miedo y se sentían indefensos-pobres- pensé, pero me quitaron el aliento cuando el primero se lanzó a la deriva. Iba en picada, no creí que lo fuera a lograr, pero lo hizo, extendió las pequeñas alas y se fue como si nunca hubiera estado en aquel árbol. Después le siguieron los otros dos, pero no volaban juntos, cada uno se iba por su lado-¿Se habrán olvidado que son hermanos?-

No estuve mucho tiempo meditando porque mi papá llegó al rescate, me dijo que todo estaba bien, que saltara y él me iba a coger en sus brazos.

No puedo. Sí, sí puedes, cierra los ojos y cuenta hasta tres y en cuanto menos lo pienses, vas a estar aquí abajo. Ya, uno, dos...tres.

En la misma ciudad y con la misma gente

Sin duda es estresante mirar hacia otro lado y no encontrar esa seguridad que nos proporciona la costumbre.

Estuve pensando en mi vida en general e hice un recuento de todas las cosas a las que estoy acostumbrada, como por ejemplo, Lima.

Siento que la conozco demasiado, sus calles, sus vicios, su pobreza, sus defectos y sus virtudes los veo a diario y me traen tantos recuerdos y tanta seguridad que me es difícil hartarme por completo.

Algún día me iré y mi mundo dará un giro de 360 grados, ya no estarán mis "amadas" combis ni mi querido tráfico, ya no habrán personas que me pidan dinero en la calle, dejaré de ver El Golf de San Isidro y el Malecón de Miraflores, ya no habrá nadie a quien pueda llamar a las tres de la mañana a decirle Chola he tenido una pesadilla horrible, y sobre todas las cosa, ya no estará la gente, la gentita de Lima, la que tanto odio y a la vez amo.