lunes, 16 de noviembre de 2009

El mejor fin de semana del 2009

Debo admitir que he madurado este año, creo que soy más fuerte, definitivamente más inteligente y más capaz de lo que fui el año pasado. Estuve haciendo un recuento general y llegué a la conclusión de que este año ha sido increíble, por más que hallan habido adversidades y momentos en los que quería morirme de dolor, he aprendido un montón y he conocido gente increíble que espero me acompañe por todo el tiempo que siga viva.

Ha sido muy bueno estar en la universidad, y sé que ahora que camino más o menos a la par con la exigencia, el próximo año no moriré de miedo ni me desequilibraré. A lo que quería llegar con este resumen es que el fin de semana pasado fue inexplicable, no la pasaba tan bien desde hacía demasiado tiempo y me hizo darme cuenta de los errores que estaba cometiendo.
El viernes pensaba quedarme en mi casa, ver televisión, pensar y pensar estupideces, tal vez escuchar algo de música, pero recibí una alerta de Sebastián diciéndome que estaba con dos amigos más y que si podían pasar por mi casa, le dije que estaba bien, pero la verdad es que no estaba muy animada que digamos. Al final vinieron y estuvimos por mi casa, por Kingston (un parque muy pastrulo que queda por el Carmelitas) y también estuvimos en el que ahora es mi lugar favorito en todo Lima; La banquita donde se puede mirar todo el mar en el Malecón de Miraflores. Fue perfecto, me reí con ellos y hablamos también, hablamos demasiado, de todo y nos seguíamos riendo, aunque nada diera risa y fuera solo por cortesía, pero la pasamos bien.

El sabado tuve que ir a la universidad al medio día, pero en la noche fui a la casa de Luciana y fuimos al parque de la Pagoda a fumar un puchito y a hablar de sus problemas, intenté ayudarla, pero creo que no tengo una capacidad explosiva para dar consejos, por lo que supongo que me escuchó porque no tenía nada que perder. Un poco más tarde fuimos a la casa de mi mejor amiga y estábamos todos, todos los que extrañaba y los que me extrañaban, hablamos, ellos tomaron ron (estoy en proceso de desintoxicación) y después fuimos a Barranco y a caminar. Terminamos otra vez en mi lugar favorito de Lima y yo tuve que volver a mi casa por ciertas prohibiciones maternales cuando la madrugada se hizo más clara.
Luciana me despertó muy temprano el domingo, habíamos quedado todos juntos en ir a la playa y fuimos. Hacía casi un año que no iba a la playa, que no me daba el sol en el cuerpo, que no me bañaba en el mar. Salí de la rutina por completo, me olvidé de las preocupaciones que me acechan (malditos exámenes finales y trabajos) y, cuando terminó el día fuimos al parque de la Pagoda y hablamos de todos y de todo. Al parecer no soy la única que se quiere matar por la presión universitaria, todos están así y hasta creo que peor que yo porque al menos me esforcé en este ciclo, creo que como nunca me había esforzado en mi vida entera.

No puedo creer que en tres días se halla cambiado por completo mi perspectiva de vida, antes quería irme, quería alejarme del mundo y de todos los que lo rodean porque pensaba que tal vez así mi vida podría ser más interesante; Ahora sé que no es necesario volar a 10.000 km para darme cuenta que quiero vivir, que me encanta la vida y todo lo que tiene que ofrecerme. Creo que las "tragedias" que antes me asediaban y me hacían perder la cordura, son ahora vestigios de una mente en crecimiento; No digo que ahora soy un adulto hecho y derecho, pero pienso que estoy preparada para serlo, para sacarme la mierda en lo que deba, para amar más que nunca y salir herida 500 veces si es necesario. Voy a aprovechar cada instante, no quiero arrepentirme de nada y quiero aprender, llenarme de cultura porque nunca está de más cultivar el cerebro, ni engrandecerme como ser humano.

Ya no despertaré con la ansiedad de otro día, de otra clase, de otra persona que me saluda, de otra cajetilla de cigarro que me gasto, de otro sol que me tiro en el micro, de otro regaño de mi madre, de otra alerta al nextel, de otra página que leer, etc. Soy otra persona, estar en paz me hace querer permanecer así por siempre, pero todos sabemos que no siempre la vida es buena, y por eso soy feliz ahora, y seré feliz hasta que amerite estar triste o harta, pero nunca me voy a olvidar de este fin de semana.