miércoles, 23 de diciembre de 2009

Carta a Papá Noel




Queridísimo Papá Noel:





Ojalá me perdones por escribirte en vísperas de Navidad.Debes saber que no es por mi culpa, sino que las oficinas de Coca-Cola estaban cerradas y no sabía dónde más podía acudir. En fin, probablemente no he sido lo suficientemente buena este año para recibir todos los regalos que quiero, pero yo sé que en el fondo te apiadas de mí y no me darás un pedazo de carbón. Aquí está mi lista, no es muy larga ni muy corta, es completamente precisa.





1 Quiero que mi novela gane el Premio Nobel.


2.Quiero que mi mamá me ame (ya no me ama porque está medio menopáusica)


3.Quiero que mi mamá pueda mandarme a trabajar a Estados Unidos en el 2010.


4.Quiero que si me mandan a Estados Unidos me den un trabajo en Nueva York


5.Quiero ganarme la Tinka


6.Quiero terminar victoriosa Estudios Generales Letras


7.Quiero vivir.


8.Quiero que Teo (mi perro) viva para siempre.


9.Quiero cambiar algunas actitudes que tengo.


10.Quiero que Luciana regrese a Lima.





Como verás, no son cosas muy materiales (excepto por lo de la Tinka claro está) y no sé, me parece prudente lo que te estoy pidiendo, creo que me lo merezco. Te quiero mucho Papá Noel, aunque ya no suelo verte tanto, salvo una que otra vez en una propaganda, pero ambos sabemos que ese no eres tú. Tú eres mi sueño, eres parte de mi infancia, nunca creí en ti pero siempre quise pensar que existías, tal vez escapar un poco de los paradigmas infantiles.


Bueno, no tengo más que decirte que yo creo en ti y creo en las hadas pero no en los idiotas que los comercializan, el próximo año te volveré a escribir.





Besos y abrazos:


Josefa.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Proyección al futuro

Tuve un fuerte presentimiento que se convirtió en una visión: el 9 de diciembre será la utopía universal, el éxtasis de la vida, seré feliz ese día. ¿Por qué ese día? se preguntarán mis estimados lectores. Bueno, pues porque ese día terminaré todo, ya no habrán finales, ya no habrán ensayos de cine sobre películas iraníes completamente absurdas, ya no más universidad hasta el 15 de marzo.
Hoy que es 3 de diciembre soy parcialmente feliz, me fue bien en este examen y en el del lunes no, esperemos, roguemos para que me vaya bien en los últimos dos examenes y que el condenado profesor de Cine me ponga buena nota en mi ensayo.
Faltan 6 días para cruzar el arcoirirs hacia la olla de oro, es menos de una semana pero apuesto lo que sea a que el tiempo se va a prolongar jodidamente. Quisiera ser Cronos, quisiera controlar el tiempo, tronar mis dedos y que hayan pasado mil años, pero soy una simple mortal y tengo que esperar como cualquier humano.

Quería tratar un tema importante hoy, ¿Porqué el perder cosas materiales nos duele tanto? Ayer mi I pod se malogró y me puse a llorar, no fue por el hecho de que perdí dinero, sino lloré porque ya no podré tener encuentros privados con mi música hasta que alguien se digne a darme uno nuevo. Por ejemplo, el domingo me regalaron esta Lap top y fui feliz, estaba en la cumbre de la felicidad, mi vida era rosada porque me dieron una computadora portable con red de Internet en cualquier sitio del mundo. Han pasado cuatro días y siento que ya no podría vivir sin ella, he desarrollado amor por este objeto, me dolería la vida y un poco más si algo le llegara a pasar.
Esa es mi pregunta general, soy una persona que ama y atesora lo material, pero ¿Porqué? estuve pensándolo un buen momento y llegué a la conclusión que el mundo me obliga a querer a seres inanimados, la publicidad, la globalización y la propia revolución industrial me han hecho como soy. Entonces es la culpa de los procesos mundiales que yo sea así, sin embargo creo poder salvarme de estos sentimientos innecesarios...

En fin debo irme, me espera un despedida en el aeropuerto, una noche de estudio y una tarde en la biblioteca. Largo día ¿No?