domingo, 28 de febrero de 2010

Me vienen a convidar a indefinirme, me vienen a convidar a tanta mierda

Hace dos días que solo escucho trova y nada más que trova, no porque de la nada haya adoptado una actitud posera, sino porque simplemente necesito entender qué me pasa y solo puedo hacerlo escuchando a Silvio, a Pablo y a Mercedes. Mi último descubrimiento musical es Sui Generis (sí lo sé, bastante inculta de mi parte), también me está ayudando a definir mi situación actual, puede que hasta me ayude a superar las olas de bipolaridad que estoy experimentando. No sé qué más decirles compañeros poetas, porque la verdad es que creo que he perdido la inspiración por completo. Solo espero que en lo que me queda de vacaciones, el dolor me sea indiferente y la guerra también. Ni el mejor orador podrá conjugar mis deseos de paz en estos momentos. Buscaré los sueños que he guardado en mis castillos de cristal, y cruzaré las fronteras tomándome del pasamanos. Lo negaré tres veces antes de que llegue el alba y me rogaré respirar todavía.

Está bien, dejaré de combinar letras de canciones, es solo que me pareció una muy buena idea ya que es parte de mi terapia personal. En fin, creo que buscaré otras maneras de ser feliz, hoy he decidido volver a leer, inspirarme con historias y sentir a flor de piel que la tinta y la palabra trastocan mi ser, después de mucho tiempo quiero volver a sentirme así. Quiero volver a ser esa persona, alegre, sarcástica y quiero querer decirle sí a la vida. Sé que podré lograrlo y dependerá de mi, no de terceros ni cuartos, no de mis amigos ni de mi familia, supongo que tendré que hacer lo posible yo misma. Bueno, creo que dejaré mis reflexiones por el estrés durante un minuto, debo hacer horarios para el siguiente ciclo. Historia del Perú en los tiempos modernos, Matemáticas, Teoría General del Lenguaje, Danza moderna (son 3 créditos fáciles) y aún me falta un curso por elegir. ¡Ay! Qué flojera me da pensar a estas alturas de la vida, pero es mi deber como estudiante de la PUCP y como hija que debe enorgullecer a sus padres. No me hace mucha gracia regresar a la universidad todavía.

Paz para ustedes (espero yo encontrar la mía)

miércoles, 17 de febrero de 2010

Invictus


Hoy día se supone que iba a ser uno de los días más tediosos y aburridos. ¿Por qué? Pues porque me comprometí a ir al cine con mi mamá y con mi hermano. No es que no quiera estar con mi familia, es que últimamente me siento débil como para enfrentarlos. Bueno, la película que vimos es esta nueva de Clint Eastwood que se llama INVICTUS, entre los actores más conocidos que figuran en el reparto se encuentran Morgan Freeman, quien interpreta el personaje de Nelson Mandela, quien destruyó el régimen del Apartheid en Sudáfrica y fue el Presidente de la nación, y Matt Damon quien interpretó al capitán del equipo de Rugby sudafricano. La parte que más me llamó la atención fue sin duda cuando el personaje de Matt Damon veía la celda en donde estuvo encarcelado Mandela, y pasan por su cerebro varias imágenes de él metido ahí, de los prisioneros picando rocas a la luz del sol. En toda esa escena, el sonido del fondo era la voz de Morgan Freeman recitando el poema Invictus, el cual fue la inspiración de Mandela durante sus treinta años de cárcel.

A penas llegué a mi casa lo busqué en Internet, creo que merece la pena que lo ponga, puesto que desde ahora será también mi fuente de inspiración.





Invictus



Desde la noche que sobre mi se cierne,

Negra como su insondable abismo,

Agradezco a los dioses si existen,

Por mi alma invicta.


Caído en las garras de la circunstancia,

Nadie me vio llorar ni pestañear,

Bajo los golpes del destino,

Mi cabeza ensangrentada sigue erguida.


Más allá de este lugar de lágrimas e ira,

yacen los horrores de la sombra,

pero la amenaza de los años, me encuentra

y me encontrará sin miedo.

No importa cuán estrecho sea el camino,

cuán cargada de castigo la sentencia,

Soy el amo de mi destino;

Soy el capitán de mi alma.

martes, 16 de febrero de 2010

There is a way, and I know I have to go away

No puedo creer que el 2010 ni haya empezado y yo ya quiero que se termine. Detesto este año, lo odio más que nada en este mundo, en serio he empezado a creer en el karma. ¿Qué tanto mal pude haber hecho para merecer esto? Primero mi perro, se perdió, lo secuestraron nunca supe exactamente. Solo sé que un domingo que fui donde mi papá vi un pequeño anuncio, el típico que muestra un perro que se ha perdido y ofrece recompensas. Pero esta vez no lo ignoré porque se trataba de mi perro, de mi Teo, de mi Coker de 11 años. No lo podía creer, me iba a desmayar, subí las escaleras secándome las lágrimas y pensé que había visto mal. No era así, me soltaron la bomba pocos minutos después, ese domingo lloré como un bebé y hasta ahora me duele en el alma cuando veo a un Coker parecido a Teo paseando con su dueño. Después, una persona a la cual me había acostumbrado y hasta había acogido en mi vida como a un segundo padre, se acaba de ir sin despedirse, sin una señal de humo, pero sí dejando detrás suyo dos corazones destruidos, el de una mujer completa y el de una niña que lucha por permanecer así por el resto de su vida. Necesito ver a demasiada gente, pero al parecer es imposible, todos están castigados o recluidos, algunos se han olvidado de mi y a otros me da verguenza contarles porque ellos sufren el triple que yo. Pero bueno, dicen que escribir ayuda y creo que necesitaba hacerlo. En estos momentos siento que nada me sale bien, ni siquiera puedo pasar un día sin romper la maldita dieta o sin joderme la pierna y arruinarme lo poco que me queda de verano. Ya ni leer tiene ese efecto reparador en mi vida, es como si ya nada me llenara, como si el mundo quisiera que fuera infeliz mientras que a mi alrededor la gente rebosa de felicidad cual niñas con nuevos vestidos. ¿Por qué a mí? ¿Por qué por una sola vez no puedo ser yo la que rebose de felicidad? Al parecer nunca será así.
Mi recomendación del día es que escuchen Father and Son de Catstevens, es completamente verídica en cualquier caso.