martes, 28 de junio de 2011

Adiós para siempre, Biología

Después de haber estudiado casi una semana entera para este curso, estoy orgullosa de declararme libre al fin de sus ataduras. Se acabó, caput, finito, finished, aunque debo decir que en el final no me fue 100% bien. Al menos pasaré el curso no con lo mínimo necesario, sino con un poco más que eso, pero ya dejó de importarme esa nota por lo que con aprobar soy simple y llanamente feliz. Ahora solo me falta el examen oral de teología (tengo que estudiar porque no he hecho nada), y corregir por última vez mi monografía para entregarla el lunes 4 de julio, día nacional de Fracia y día mundial de mi libertad. Se está terminando este ciclo, mi último en Estudios Generales Letras. ¿Qué puedo decir acerca de esta trayectoria? Pues no mucho, han sido dos años y medio donde definitivamente aprendí sobre historia, arte, sociología, matemáticas (bueno, lo básico), religión, entre otras cosas. Pero considero que lo más importante de todo, fue haber aprendido a no rendirme. Yo sé que en definitiva suena a frase de película gringa de bajo presupuesto, pero es cierto. Recuerdo que en el primer ciclo sufrí mucho porque no pude con la presión de la universidad, realmente pensé que estaba acabada y que nada bueno iba a conseguir en la vida con mi desempeño académico. Aún así, me prometí a mi misma que el ciclo siguiente iba a mejorar, y lo hice. Tuve notas mucho más altas y gratificantes, y así seguí mejorando los ciclos que vinieron. Ahora que terminé letras, voy a entrar a facultad, lo cual implica ser cachimba otra vez. Lo bueno es que esta vez no estaré sola, conosco a mucha gente que entrará conmigo a la facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación. Los cursos serán mucho más difíciles, eso lo sé. Sin embargo, siento que será un reto que quiero superar, empezaré con todo lo que le concierne a mi carrera e iré madurando en mis conocimientos. Hasta ahora no puedo creer que haya estado en la universidad cerca de 3 años, y todavía tengo un buen tiempo más por estar ahí. Qué rápido pasa el tiempo, por Dios...

domingo, 26 de junio de 2011

Será lunes, otra vez



Siempre digo cuánto odio los domingos ,¿no? Pues hoy pasó algo de lo más curioso; no odié este domingo. A pesar de que tuve que estudiar para biología, porque el martes es mi muy esperado examen final, mi mama se ofreció a llevarme de shopping- lo cual es increíblemente extraño viniendo de ella- y compré ropa muy bonita. Creo que eso fue lo que fundamentalmente arregló todo mi domingo, ya que antes había ido donde mi papá y, como siempre, me sentí terriblemente incómoda y apabullada, pero esa es otra historia. No sé cómo es que dos abrigos y un poncho han podido hacer tanto por mi humor, creo que es otro de los misterios de la vida que me gustaría preservar como un misterio. ¿Qué puedo decir al respecto fieles lectores? Amo la ropa, a veces más que a muchas cosas. Aunque a veces no lo parezca por el simple hecho de que me da demasiada flojera vestirme bien para ir a la universidad (además en la Católica ¿quién lo hace?), siempre veo revistas y blogs de moda para nutrir mi alma. Siempre intento bajarme fotos de ropa que me gusta para buscar un modelo igual, lo hago todo el tiempo. Realmente puedo parecer una persona simple con un estilo demasiado sencillo, pero por dentro muero por las carteras Prada, por los tops de H & M y por los zapatos oxford...



Con esta reflexión, algo absurda y superficial, vuelvo a mi cuarto a dormir porque mañana me espera un día largo de repaso biológico y preparación mental para el martes 28 de junio a las 10 de la mañana. Deséenme suerte, que realmente la necesitaré.

viernes, 17 de junio de 2011

El amor habla en francés



Creo, sin duda, que he conocido al amor de mi vida, su nombre es Francois Arnaud y tiene 26 años. Es canadiense (Montreal) y hace de Cesare Borgia en la serie "Los Borgias", muy buena por cierto. El punto es que estoy completamente enamorada de él, irreversibe y eternamente loca por él. Además tenemos mucho en común, él también estudió artes escénicas y sabe francés, inglés y ESPAÑOL. Si lo conosco algún día (que realmente dudo que suceda), definitivamente podré morir feliz, ni siquiera tiene que hablarme, solo pasar a mi costado para que mi vida esté completa. ¡Ay! Los amores platónicos... ¿Qué se puede hacer con ellos? Siempre caigo por los guapos y famosos, ¿Por qué no alguien más accesible que viva en mi país? Lo digo porque últimamente me he fijado en chicos que no viven acá, no necesariamente famosos debo agregar, y que sé que la posibilidad de entablar una relación real es nula. No sé porqué, pero encuentro mucho más atractivo un romance furtivo con alguien exótico, en algún lugar lejano, que una relación duradera y rutinaria. Le atribuyo esa preferencia a mi corta edad e inmadurez, pero ya llegará el día en que tenga que sentar cabeza y pensar en matrimonio e hijos, en formalizar mi vida y ser responsable por mi misma.... Espero que cuando llegue ese momento, Francois y yo nos casemos, tengamos dos hijos, y decidamos pagar las cuentas de la casa de campo (porque sí, tendremos una casa de campo) después de nuestra segunda luna de miel en Francia e Italia. Vale la pena soñar, ¿no?...