miércoles, 16 de julio de 2014

I

El tiempo es un hacinamiento forzoso
Absorto,
Lánguido,
Pero cruel y avasallante,

Las horas se dilatan entre remilgos y pensamientos,
La soledad implacable,
Trillada y, sin embargo, tempestuosa,
Me encuentra sola,
Ajena

Las palabras efímeras gotean al suelo,
Los silencios comprenden una nueva forma de comunicación,
Ahora gobierna la incertidumbre y seguramente el miedo a colisionar
Con un muro implacable

Dejaré, entonces, las oníricas imágenes de libertad,
La fatua ilusión de encontrarte,
Solo,
Ajeno,
Esperando a alguien que contigo
Recorra el entramado laberinto

Que contigo ahogue los suspiros,
Las noches interminables,
Los pensamientos recurrentes

He decidido resignar el anhelo de encontrarte
Contemplativo,
Tal vez considerando la idea de alguien
Que comparta delirios irreflexivos contigo

Alguien (persona humana al igual que tú),
A quien añorar cuando la dureza del cielo y la tierra
Despotrique su peso sobre tus latidos,
A quien aferrarte cuando el miedo a lo inevitable te atormente

Dejaré de lado las contenidas ganas
De encontrar tus ojos mirando al vacío,

Tal vez esperando cruzarse con los míos

jueves, 13 de febrero de 2014

Sutiles reflexiones sobre la melancolía

2. ¿Qué son, pues, esos sonidos? Melódicos, sin lugar a duda, entonces conforman una composición musical. No hay nada más patético que ser conmovido por una canción en un lugar público. 
Lo más terrible viene después, cuando la totalidad (sonido + letra) es acatada por algún hemisferio del cerebro que evoca, a su vez, algún recuerdo, o una época más "alegre", o tal vez a la historia de amor que aquel entonces intentó copiar la trama de las comedias de Shakespeare (léase "Mucho ruido y pocas nueces", no sin antes haber ojeado "Sueño de una noche de verano"),  y que ahora se reduce a un nefasto lloriqueo-por momentos, también a una terrible acidez estomacal - que suele ser manifestado alrededor de terceros.

Recordar es experimentar de nuevo, nunca con la exactitud de la primera vez, jamás de forma tangible (Hume estaría de acuerdo), sino intangible. Entonces, el verbo "recordar" es sostenido por una inmensa nostalgia de no poder materializar un recuerdo, de no poder volver a vivirlo. 

He ahí el porqué de la afirmación que sostiene a la asociación musical como una gran antagonista del cerebro humano. 

Sutiles reflexiones sobre la melancolía

1. No es la distancia, sino más bien el tiempo. El tiempo como una variable "X" o "Y", el tiempo y sus divisiones (horas,minutos, segundos, frames), el tiempo y los logros que éste promete. Entonces, la distancia no es el enemigo, sino más bien el tiempo.

Tiempo (otra vez), amigo íntimo del cambio, de la peor de las certidumbres, del inminente fin.