domingo, 12 de abril de 2009

Semana Diabólica

Nunca entendí porqué la semana santa, una supuesta celebración Católica que se enfoca en engrandecer a Jesús, termina siendo un motivo para una juerga segura.
No digo que esté mal, ya que yo también la aprovecho de esa manera, pero últimamente he pensado en estas fiestas que inician con un propósito pero van evolucionando conforme la sociedad se transforme.

Otro ejemplo claro es la Navidad, inició sino me equivoco como un tributo a San Nicolás y terminó convirtiéndose en un pretexto capitalista cuyo objetivo es llamar la atención de las masas con productos de costo barato para regalos.
Esto nos podría dar un claro indicio de que el "espíritu navideño" no es más que una tarjeta de crédito gigante. "Es mejor recibir que comprar" podría ser el nuevo refrán para las siguientes navidades.

Puedo afirmar que nada me irrita más que el Día del padre o de la madre cuando salen las propagandas de electrodomésticos (creo que no han entendido que estamos en el siglo veintiuno), o las de ropa para ejecutivos, como si la sociedad se amoldara simplemente a dos roles: El empresario y el ama de casa.
Digamos que también tiene un sentido familiar, pasarla con los padres o con los tíos es algo agradable, pero es completamente hilarante ver a los familiares tratarse cuando solo están alrededor de alcohol y comida porque los otros días del año no pueden verse las caras.

Entonces puedo dar por concluida esta discusión diciendo que en verdad no puedo concebir como necesarias las fiestas, y no puedo dar por sentado el hecho de que cada vez nos hacemos más y más esclavos del sistema creyendo que el tiempo es dinero y los feriados también.

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