domingo, 26 de junio de 2011

Será lunes, otra vez



Siempre digo cuánto odio los domingos ,¿no? Pues hoy pasó algo de lo más curioso; no odié este domingo. A pesar de que tuve que estudiar para biología, porque el martes es mi muy esperado examen final, mi mama se ofreció a llevarme de shopping- lo cual es increíblemente extraño viniendo de ella- y compré ropa muy bonita. Creo que eso fue lo que fundamentalmente arregló todo mi domingo, ya que antes había ido donde mi papá y, como siempre, me sentí terriblemente incómoda y apabullada, pero esa es otra historia. No sé cómo es que dos abrigos y un poncho han podido hacer tanto por mi humor, creo que es otro de los misterios de la vida que me gustaría preservar como un misterio. ¿Qué puedo decir al respecto fieles lectores? Amo la ropa, a veces más que a muchas cosas. Aunque a veces no lo parezca por el simple hecho de que me da demasiada flojera vestirme bien para ir a la universidad (además en la Católica ¿quién lo hace?), siempre veo revistas y blogs de moda para nutrir mi alma. Siempre intento bajarme fotos de ropa que me gusta para buscar un modelo igual, lo hago todo el tiempo. Realmente puedo parecer una persona simple con un estilo demasiado sencillo, pero por dentro muero por las carteras Prada, por los tops de H & M y por los zapatos oxford...



Con esta reflexión, algo absurda y superficial, vuelvo a mi cuarto a dormir porque mañana me espera un día largo de repaso biológico y preparación mental para el martes 28 de junio a las 10 de la mañana. Deséenme suerte, que realmente la necesitaré.

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