domingo, 10 de febrero de 2013

Delirios somnolientos

Otra vez es domingo. Tengo que agregar que realmente no sé por qué razón decido escribir justamente estos últimos días. Hoy ha sido uno de esos insoportables lapsus de tiempo en los que he reflexionado demasiado acerca de todo; y cuando me refiero a todo, es a T-O-D-O ¡Qué insoportable resulta a veces pensar! ¿Por qué no puedo vivir como el grueso de las personas de mi edad, es decir ignorante y feliz? Le pondría un stand-by a mi cerebro, le diría algo así como: "Excedió el monto de pensamientos angustiantes y de crisis existenciales, y si lo continúa haciendo, debe saber que está extendiendo cheques sin fondo, lo que es considerado como delito federal hacia la tranquilidad física". De alguna manera, sé que mi cerebro obstinado no haría caso de esta advertencia y seguiría atormentándome como lo hace cada domingo en la noche. 

Es momento de recalcar que, definitivamente, estas circunstancias me permiten jugar con mi creatividad. Si tanto detesto los domingos, si me jode absolutamente sentir las calles desoladas, la necesidad patológica de echarme boca arriba a ver televisión, o de comer todo lo que no hice en la semana por seguir el típico pero engañoso: "El lunes empiezo la dieta", es por algo y ese je ne sais quoi debe ser explotado literariamente. Siempre digo que tengo proyectos, pero los dejo incompletos porque no encuentro la motivación para abusar de mi lasciva inspiración. Este tal vez sea diferente, o tal vez finalice como muchos otros: en dos páginas de un cuaderno, con borrones y jamás corregido. De cualquier manera, esto último que planeo será una recopilación de varios domingos a lo largo del tiempo, de cómo fue cambiando la percepción generacional de estos días, y por qué. Todo esto en capítulos cortos, que creo serán cuentos o relatos breves. Veamos cómo me va con esta aspiración mía, ojalá que al menos logre redactar un par de páginas. 

En una hora se acaba el domingo, y empieza el lunes, otra semana que tendrá su curso. La vida se me está haciendo cada día más corta. 

No hay comentarios: