jueves, 8 de octubre de 2009

Deberes...


Los dos últimos jueves no he ido a la universidad, no porque yo lo haya decidido, sino porque me cancelaron las clases del jueves pasado y este jueves es...feriado.

¿Qué clase de persona odia los feriados? ¿Acaso descansar un día más de la semana no es increíble? No sé, probablemente no para mí. En el colegio era muy diferente, cuando había un feriado aprovechaba el día anterior con mis amigos para coquetear y sucumbir ante mi peor enemigo: el alcohol. Creo que antes había mencionado que la ebriedad es una paradoja en mi vida, mientras más trato de evitarla más está ahí presente, echando sus raíces en mi cuerpo, quemando una a una mis neuronas. Me hace tan mal, pero a la vez me hace sentir que soy la reina del mundo (muy Rose de mi parte), que puedo hacerlo todo y que si me caigo de un quinto piso no moriré, sino que pasaré a mejor vida.


En fin, mi ebriedad no es el asunto aquí, hoy es feriado y no tengo resaca. La razón se debe a que tengo que leer, tengo mucho que estudiar, que interiorizar y que memorizar para los exámenes parciales. Pero no quiero quejarme de la universidad y de sus normas, es más, me he dado cuenta que tomar dos micros y soportar el lúgubre canto de la sinfonía limeña es porque dentro de La Católica me siento bien, siento que nada más importa y que me da razón para levantarme todos los días.

Me encantan mis clases, mis amigos y los venados, siento que pertenezco a algo y debo admitir que no me sentía así en mucho tiempo. ¿Saben? Cuando estaba en el colegio no hacía nada, aunque a veces lo extraño y extraño la vagancia, ahora no sé qué será de mi vida en el verano.

Quiero estar ahí, soy feliz ahí pero no lo soy cuando regreso a mi casa porque me doy cuenta que todo es más pequeño, que la inmensidad no existe en Álvarez Calderón.


Ahora estoy aquí, al frente de la computadora porque no tengo nada más que hacer y eso me deprime, por más que quisiera salir y hacer algo no puedo porque tengo que estudiar, necesito ser responsable por lo menos en esta semana para que en la próxima me vaya bien y no vuelva a sentirme una fracasada nunca más. Bueno, qué más da, es feriado y no puedo hacer algo al respecto, ni siquiera escuchar música porque mis parlantes no sirven y mi I pod se jodió el ciclo pasado.

La televisión...la televisión. ¿Porqué ya no hay nada para ver en la televisión? Todo lo que pasan en esa maldita caja es sobre gente superior en todo sentido y ya no me entretiene tenerle envidia a personajes ficticios. Uhm...¿Leer? Sí, créanme que lo he intentado, pero como tengo que leer tanto y hacer tantos resúmenes de cuentos para la práctica del sábado, no me provoca coger un libro y confundir toda la información que ya ordené, leer ha perdido su significado consolador en mi vida, ahora ya no es un placer, es una obligación.


Creo que debo continuar porque a este paso no voy a terminar nunca. La paz volverá después de los parciales.

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